Unos duendes han llegado a mí, vienen de un bosque donde las emociones provocan cosquillas, magia y algún enfado. Mañana vendrán conmigo a un cole a conocer a unos niños de 4 y 5 años y ayudarles a conocerse a sí mismos. Espero aprender mucho de esta experiencia y que estos duendecillos despierten la luz en los ojos de mis nuevos maestros.
De momento están gustando mucho los duendes, les enseñan a dar abrazos, a relajarse, a dar un masaje, truquillos para controlas las emociones infantiles.
¡Cómo estoy disfrutando!